CONTROL EN EXCESO

Todas las personas en mayor o menor medida poseemos cierto grado de ansiedad, y ésta es positiva en la medida en que sea necesaria.
Por ejemplo, gracias a este mecanismo, vemos que nos va a alcanzar un balón y somos capaces de esquivarlo.
El inconveniente estriba cuando la ansiedad se convierte en algo desmesurado que nos bloquea y nos produce miedos infundados e irracionales.
Una nota curiosa es que existen más mujeres con ansiedad que hombres debido a que el sistema exige que sean más perfectas ( madres excelentes, mujeres trabajadoras, amantes esposas, etc ) y todo eso garantiza la ansiedad.
Otra causa que puede provocar esta ansiedad suele ser el miedo al futuro, a la situación económica, a la pérdida de empleo, a no poder afrontar gastos, pagar una vivienda, etc.
El sentimiento de angustia se relaciona con los hechos pasados y el de ansiedad con el futuro. El hecho de no parar de dar vueltas al futuro realizando una y otra vez especulaciones nos produce ansiedad. Muchas veces porque pensamos que la vida tiene que ser como nosotros queremos, como la hemos pensado y todo lo que se sale de nuestro esquema prefijado nos produce esa ansiedad. Esa necesidad de control de la vida y de todo lo que nos rodea nos puede convertir en personas ansiosas. A mayor necesidad de control, mayor grado de ansiedad.
El periodista Gaspar Hernández, habla en una de sus novelas «La Terapéuta» (Planeta), del miedo, la autoexigencia y la ansiedad narrando la historia de un actor que establece una relación de dependencia con su psicóloga y nos hace ver que el único modo de vencer eso es fluir con la vida, vivir más en el presente intentando dejar de controlar todo lo que nos rodea.
Recuerdo además, una frase muy buena de Walt Disney que os dejo ahora.
Espero que tengáis una feliz semana.